Imagen de mujeres trabajando en un board para artículo sobre rebranding

Rebranding ¿Cuándo es el momento correcto para hacerlo?

por | May 4, 2023

Conversaremos sobre cuándo es el momento correcto para refrescar tu marca y para aumentar tu perfil

Enfrentarse al dilema de hacer un rebranding es algo que todas las marcas, tanto corporativas como personales se han planteado en algún momento, sobre todo cuando los tiempos de cambio parecen estar a la vuelta de la esquina.

Hacer un rebranding es una decisión que no se puede tomar a la ligera porque, indistintamente del tamaño de tu organización o marca, implica una enorme inversión de tiempo, logística y dinero. 

Para que un rebranding sea efectivo es necesario que se sustente en un análisis profundo del entorno, y de una estrategia que tenga una visión amplia y que incluya distintos elementos que deben trabajar de manera coordinada. 

Cuando se habla de rebranding, es usual que se asocie con elementos de su aspecto estético o gráfico, pero lo cierto es que un refrescamiento de marca también debe responder a criterios internos y de base, como responder a las posibles variables que son parte del entorno y están fuera de su control. 

Una pregunta recurrente es cuándo es el momento adecuado para hacer un rebranding y la respuesta siempre depende de factores particulares para cada caso.

Una marca o negocio puede necesitar un rebranding  por distintas razones, que pueden ir desde la necesidad de renovar su imagen, hasta el replanteamiento de su modelo de negocio, o la necesidad de tomar acciones para superar un caso de mala reputación, hasta las medidas para afrontar una crisis a mayor escala.

Pero un branding también significa, tener la capacidad de saber aprovechar el momento y detectar, si es el timing adecuado de asumir un perfil más alto es AHORA.

De hecho hay maneras de verlo y enfocarnos en NOTORIEDAD PÚBLICA, es por lejos, mi mayor sugerencia.

¿Imagínate lo que podrías lograr cuando el entorno es favorable para hacer rebranding?

Para que un rebranding sea efectivo necesita estar respaldado en análisis de entorno y su contexto, entender en qué momento nos encontramos tanto local o internacionalmente.

Una buena manera de encaminar un rebrandingm es tener tener la capacidad de mirar hacia adentro y hacia afuera de nuestra organización o marca y plantearnos las siguientes preguntas:

¿El contexto y el sector al que pertenezco se presta?

Antes de emprender un rebranding, toda marca o negocio debe analizar cuál es el  entorno económico, social -y político- que la rodea.  Así cómo entender cuál es la situación general del sector a que pertenece. 

Entender bien cuáles son las dinámicas y el contexto en que se desarrollan, te brindará la oportunidad de tomar decisiones coherentes y alineadas con tu marca y su realidad. 

¿Es el momento adecuado para que tu marca o negocio haga un rebranding?

Sumado a factores externos como el sector y el contexto, un rebranding también necesita de un buen timming. Hacerlo en el momento apropiado, hará la diferencia.

¿Cómo está la imagen de tu marca y cómo la percibe tu público?

Otro punto importante, es tener la capacidad de dar un paso atrás y observar -de la manera más objetiva posible- cuál es el estado actual de nuestra marca: ¿estamos cumpliendo con nuestras promesas? ¿nuestros valores de marca han cambiado?¿cómo nos ve nuestra audiencia?.

Responder éstas y otras preguntas similares, nos ayudará a detectar la percepción real de lo que hacemos, y qué tan satisfechos se siente  nuestro público con nosotros, así cómo lo que podemos hacer para mejorarlo.

¿Cuál es la imagen interna de nuestra marca o negocio?

Así como la opinión del cliente y del consumidor final importa, lo que siente y dice sobre nosotros el Talento Humano, que le da vida a nuestra marca o negocio, también es clave en la construcción de nuestra imagen.

Una buena estrategia de rebranding está consciente que una pieza importante de su estructura es el Talento Humano, por eso se esmera en preguntar qué puede hacer para mejorar las condiciones y fidelizar aún más a sus empleados.

Los planteamientos anteriores suelen ayudarnos a definir cuál es esa “hoja de ruta” que debemos seguir para construir un rebranding coherente y consistente, que nos permita crecer de manera estratégica y trascender.

Un ejemplo que me encanta es de Pringles, una marca que a primera vista se cree que solo renovó su imagen al cambiar sus empaques, pero lo cierto es que este cambio está apoyado una estrategia que no solo busca captar a los clientes más jóvenes, sin perder a su audiencia tradicional, sino que también buscaba una solución para ser más ecológicamente responsable para adaptarse a las necesidades del mundo moderno.

Pero ese no es el único ejemplo. Pringles es una marca de enorme tradición (tiene casi 60 años de existencia) de cómo una marca puede adaptar al paso del tiempo, los cambios y aumentar su perfil según las posibilidades del momento.

Pringles, es una marca que se caracteriza por ser exitosa no solo en posicionamiento y fidelidad, sino también en su capacidad de adaptación a nuevas tendencias y su afinado sentido del gusto para detectar nuevos sabores. 

En conclusión, un rebranding es una estrategia compleja que requiere la puesta en escena de distintos actores que van de lo externo a lo interno, pero siempre su objetivo debe ser encontrar oportunidades que nos permitan posicionarnos mejor y crecer dentro de nuestro sector.

¿Te encuentras en un proceso similar o lo estás pensando? Compartenos tu historia a través de nuestro mail anak@anakcardenasl.com

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